Señor Juez:
Roberto Oscar V. TERRILE, por mi propio derecho y como letrado en causa propia (CUIT 20-12549473-1, T° XIV F° 394 C.A.S.I., Caja de Previsión para Abogados de la Provincia de Buenos Aires, Legajo N° 031970-2#07), y también en representación de mi hijo Roberto Oscar Terrile, con domicilio real en Crisólogo Larralde 3226, Piso 1°, Dpto. “D”, de la ciudad Autónoma de Buenos Aires, y manteniendo el constituído en Ituzaingo 375, Casillero 1074, en los autos caratulados: “TERRILE, ROBERTO C/ARRIGUTTI, SILVIA S/VIOLENCIA FAMILIAR” a V.S. me presento y respetuosamente digo:
A fs. 380/381 solicité a V.S. y a la Dra. María Julia Abad pidieran disculpas a mi hijo Roby por el daño moral derivado de una suspensión del regimen de visitas decretado en forma indebida, irresponsable e injusta.-
A fs. 386 V.S. consideró que tal petición era “improcedente” y desestimó en dos renglones la presentación de este Padre y Letrado.-
¿Es “improcedente” pedir disculpas a un Niño cuando se lo agrede y se le provoca “tristeza” y “bronca” por no poder ver a su Padre? (fs. 273 vta. párrafo 5°).-
¿La potestad judicial da derecho a hacer cualquier cosa?
¿A provocar un daño moral a un menor de edad?
¿Es “improcedente” pedir disculpas cuando uno comete un error?.-
Sin lugar a dudas ese el criterio de V.S..-
Gracias a Dios existen Señores Jueces, con la suficiente Grandeza Moral e Intelectual que actúan de manera distinta.-
Y me refiero a los integrantes del Tribunal Oral Criminal N° 5, de este mismo Departamento Judicial de San Isidro: Dra. Mónica Tisato, Dr. Raúl Neu y Dra. María Marquez (ver adjuntos de los diarios “Clarín” y “Alto Pilar”).-
Ellos tuvieron, repito, la Grandeza de pedir las disculpas del caso sin escudarse detrás de norma legal alguna o de las “constancias de autos”.-
Para ellos no fue “improcedente” pedir disculpas a un inocente.-
Tuvieron el coraje y la valentía de reconocer el error cometido y demostraron tener educación y humildad.-
Actuaron como Hombres en el mas profundo sentido del concepto.-
No pecaron de soberbios.-
No fueron necios.
Son Señores Jueces que merecen mi respeto y admiración.-
Son un ejemplo a seguir.-
Y seguramente hay otros Jueces que actúan de igual modo.-
Gracias a Dios, Dr. Halbide no todos los Jueces son como Ud.-
Gracias a Dios, Dr. Halbide, entre nosotros no existe nada en común.-
Somos, evidentemente, muy distintos.-
De acuerdo a las “constancias de autos”, parece que tenemos Valores distintos, muy distintos.-
Tenemos una Educación y Formación muy distintas.-
Tenemos una forma de ver la vida diferente.-
Ignoro el método de selección de los Magistrados usado en la época en que Ud. fue nombrado Juez de un Tribunal de Familia, pero me parece, humildemente y de acuerdo a las “constancias de autos”, que dicho método no era el mas adecuado.-
Y lo digo desde la rebeldía de un Padre indignado que vio como su Hijo sufría y lloraba al interferir, como Ud. lo hizo, su contacto diario con su Padre.-
Considero que un Juez debe ser responsable, prudente, eficiente, trabajador, humilde y actuar con la Ley y el Derecho en la mano.-
Y no con CODIGOS PROPIOS.-
¿Me entendió?
Remítase Ud. a las “constancias de autos” y a cuanta normativa legal se le pueda ocurrir aplicar al caso.-
Tiene media biblioteca para sostener lo “insostenible”.-
Yo me remito a las lágrimas de mi Hijo.-
Me remito a su dolor.-
Me remito, también, a su “bronca” y a su “tristeza”.-
Somos muy distintos, Dr. Halbide.-
Yo no me escudo detrás de un cargo, de las “constancias de autos” o de cualquier normativa que ande dando vueltas por ahí para proteger mi susceptibilidad personal.-
Aquí me tiene y me seguirá teniendo, con el corazón en la mano y exigiendo, como lo hago desde hace mucho tiempo, JUSTICIA para Roby.-
Soy muy terco y enérgico cuando se trata de defender a mi Hijo de cualquier intento de agresión que pudiera sufrir.-
Provenga de quien provenga.-
Y por lo tanto, le vuelvo a exigir que le pida las correspondientes disculpas.-
Y si Ud. no se las da, me pregunto: ¿Que altura moral tiene Ud. para proteger el INTERES SUPERIOR DEL NIÑO?.-
¿Volverá Ud. a “sancionarme” por tener semejante interrogante?
¿Cómo puede Ud. proteger el INTERES SUPERIOR DEL NIÑO cuando, de acuerdo a las “constancias de autos”, a Ud. no le tembló el pulso al mantener arbitrariamente la suspensión del regimen de visitas decretado por la Dra. Abad, provocando de tal modo un daño moral gratuito e injustificado a un niño inocente?
Resuelve Ud. a fs. 386: “...éstese a lo que surge de las constancias de autos”.-
De las “constancias de autos” surge, en forma objetiva e indudable, la arbitrariedad y el despotismo judicial; una gran fábula de la madre de Roby tendiente a destruir el vínculo paterno filial; la irresponsabilidad y la imprudencia de tomar una decisión judicial sin oir al menor de edad; el informe de la Lic. Martínez que resalta la “bronca” y la “tristeza” de Roby por no poder ver a su Padre; la soberbia con la cual se desestimaron todos y cada uno de los planteos de este Padre tendientes a revertir la “maldita” suspensión del regimen de visitas; la absoluta falta de mérito alguno que justificara la vigencia de tal medida, la falta de sentido común en el ejercicio de la potestad judicial, etc., etc., etc.-
En definitiva, Dr. Halbide, de las “constancias de autos” surge la irresponsabilidad de Magistrados que usaron los Derechos del Niño como papel higiénico.-
De las “constancias de autos” surge, clara y nitidamente, que tanto la Dra. Abad como V.S. fueron autores de haber cometido un grave ERROR JUDICIAL.-
¿Es “improcedente” pedir disculpas a un Niño inocente cuando se le provoca un daño por un ERROR JUDICIAL?
Invocando una norma legal V.S. considera que no.-
Invocando una simple y elemental norma de Educación afirmo rotundamente que sí.-
Por lo expuesto, exijo nuevamente como Padre y Abogado de Roby le rinda las debidas disculpas.-
El se las merece.-
Tener presente lo expuesto y proveer de conformidad, que
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